Cuando todavía no existía la televisión, ni el ocio estaba tan encauzado como ahora, la lectura era uno de los principales entretenimientos del pueblo. Existían publicaciones de todos los tipos, de todos los géneros y para un amplio espectro de público. La literatura popular jocosa era uno de esos géneros. Había publicaciones donde se exageraba y en parte se ridiculizaba a diversos estratos de la población. Así pues en los quioscos se podían encontrar cuadernillos con chistes sobre sastres, judíos, militares, andaluces, médicos, baturros, etc.
La literatura costumbrista aragonesa brilló con luz propia a finales del siglo XIX y principios del XX. Escritores como Alberto Casañal, Cosme Blasco o Víctor Tomey popularizaron los tipos y costumbres baturros; pero gráficamente hablando, si tenemos que recordar a alguien, ese tiene que ser Teodoro Gascón Baquero, el dibujante turolense de Ojos Negros (1850-1926) que trascendió especialmente por sus viñetas e historietas en las que desfilaron todo tipo de personas, oficios y actitudes características de esta literatura costumbrista aragonesa.
La buena acogida popular alcanzada por estos autores y temáticas desembocó en un sinfín de publicaciones de más baja estofa: Chistes baturros, Cuentos baturros, Chascarrillos baturros... buena parte de ellas de la editorial Gato Negro que, desde Cataluña, llegó a todos los rincones de nuestra geografía, trastocando y convirtiendo el fino e irónico humor aragonés en simplistas y tópicas cazurradas.
El poso dejado por estas baturradas llegó también a las publicaciones de tebeos y al humor gráfico. Poco a poco iré colocando en esta nueva sección todo el material que vaya encontrando. Comienzo hoy con una tira de Antonio Ayné publicada en el número 93 de Nicolás.
La literatura costumbrista aragonesa brilló con luz propia a finales del siglo XIX y principios del XX. Escritores como Alberto Casañal, Cosme Blasco o Víctor Tomey popularizaron los tipos y costumbres baturros; pero gráficamente hablando, si tenemos que recordar a alguien, ese tiene que ser Teodoro Gascón Baquero, el dibujante turolense de Ojos Negros (1850-1926) que trascendió especialmente por sus viñetas e historietas en las que desfilaron todo tipo de personas, oficios y actitudes características de esta literatura costumbrista aragonesa.
La buena acogida popular alcanzada por estos autores y temáticas desembocó en un sinfín de publicaciones de más baja estofa: Chistes baturros, Cuentos baturros, Chascarrillos baturros... buena parte de ellas de la editorial Gato Negro que, desde Cataluña, llegó a todos los rincones de nuestra geografía, trastocando y convirtiendo el fino e irónico humor aragonés en simplistas y tópicas cazurradas.
El poso dejado por estas baturradas llegó también a las publicaciones de tebeos y al humor gráfico. Poco a poco iré colocando en esta nueva sección todo el material que vaya encontrando. Comienzo hoy con una tira de Antonio Ayné publicada en el número 93 de Nicolás.
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