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CÓMICS, HISTORIETAS, TEBEOS, ILUSTRADORES, PULPS, NOVELA POPULAR, ARTE. Y EN MENOR MEDIDA: CINE, LITERATURA, MÚSICA.

sábado, septiembre 02, 2006

LOS DIBUJANTES DE TEBEOS USAN DOCUMENTACIÓN.

El magnifico dibujante Luis García con su característico estilo hiperrealista, suele usar mucha documentación fotográfica, la mayoría son fotos realizadas por el a amigos suyos y a compañeros de profesión, otras veces recurre a fotografías de películas, pudiéndose reconocer en sus historietas a Jean Paul Belmondo, Paul Newman, etc.

En esta entrada pongo un ejemplo de los dos casos juntos. La viñeta corresponde a la historieta “La rosa de Mohave” perteneciente a la serie “La crónicas del sin nombre” publicada originariamente en Francia en la revista Pilote. En España tiene tres ediciones en álbum: la primera e incompleta, publicada por Toutain Editor en 1978, la segunda de la editorial Nueva Frontera en 1982 y la tercera y última, la reciente realizada por Glenat el año pasado. También se publicaron historietas sueltas de esta serie en las revistas Bang-Trocha, Tótem y Rambla. Los guiones son de Víctor Mora y en sus páginas podemos encontrar bastantes sorpresas (continuará).

Bueno a lo que iba, la documentación. La foto de la izquierda corresponde a la película dirigida en 1971 por Blake Edwards, “Dos hombres contra el Oeste”, de pie podemos ver a William Holden y sentado a Ryan O’Neal. Y en la viñeta de la derecha Ryan O’Neal se ha convertido en el dibujante Adolfo Usero, protagonista de esta historieta junto a la también dibujante de tebeos Mari Carmen Vila.

FRANCO CAPRIOLI, EDICIONES ESPAÑOLAS.

Esta entrada se compone de dos antiguas: la que da título data del 6 de junio y la otra, que era una pequeña ampliación, es del 28 de julio. Por tratar del mismo tema, las ediciones españolas de Franco Caprioli, una vez revisadas y remontadas las coloco juntas aquí:

Mi reencuentro con la obra de Caprioli sucedió bastantes años después, ya sabes, te informas, haces preguntas, las librerías especializadas no saben nada y poco a poco vas perdiendo interés y vas descubriendo otra serie de cosas. Sigo comprando obras de Manara, Moebius y otros autores de actualidad de los que si se editan trabajos. Hasta que un hallazgo puntual hace que el asunto vuelva a los primeros puestos de tu zona preferente.


El hallazgo en este caso fue “Los hijos del capitán Grant”. Sucedió a finales de los noventa, en la librería El Coleccionista de la calle Fueros de Aragón, la portada me impactó, luego vi el nombre del autor, Franco Caprioli. Abrí el libro con avidez, lo ojeé y me gustó. Un pequeño inconveniente, traía todo un cuadernillo con los colores equivocados y no se correspondían con los trazos negros del dibujo. Bueno, tenía otros cuatro cuadernillos donde podía disfrutar del arte de Caprioli. En casa, a pesar de que desconocía por completo la colección y la editorial, otro descubrimiento: ¡En la misma colección otras tres obras de Caprioli! Comenzaba de nuevo la búsqueda.

Anteriormente a este encuentro, en el prólogo del libro editado por Círculo del Cómic, “La isla de los aviones perdidos”, de José Mallorquí y Francisco Darnís (otros dos autores de mi interés), en el que se recopiló una aventura larga editada por la revista Aventurero haya en los 50, descubrí que “Aquila Maris”, se publicó en la mencionada revista al mismo tiempo que la de los dos autores españoles. Cuando compré este libro, yo no tenía demasiada autonomía económica, y menos para intentar conseguir tebeos de los de anticuario, así que me quede con el dato y… a esperar.

Al poco tiempo de comprar “Los hijos del capitán Grant”, conseguí en la librería de viejo de los Hermanos Vidal en la calle Baltasar Gracián, “Miguel Strogoff”. Bien, la cosa iba rodada. En este volumen incluso hay un suplemento de cuatro páginas titulado “La Rusia de los Zares”, también del mismo autor.


El siguiente en caer fue “Un capitán de 15 años”. Este ya lo conseguí por internet, hace tres años, en la librería Soler. Desde luego esto de internet, nos ha acercado muy mucho a los coleccionistas, y las búsquedas se han tornado mucho más fáciles y exitosas. El esfuerzo es mínimo y la información desbordante.

Gracias a Carlos de El Boletín, consigo el número 57 de la colección “Héroes de papel” dedicado a Caprioli, la edición no es digna ni guarda ningún respeto para con los autores (edición pirata en fotocopia), pero bueno, contiene “Aquila Maris” completo y una referencia importante: Aventurero 3ª, nºs. 25 al 32, Ediciones Futuro, 1953. Y otro dato a tener en cuenta: dos páginas de relleno con “La leyenda de Ali”, Coyote nºs. 101 al 108, Ediciones Cliper. Me pongo manos a la obra y en un par de meses me hago con todos los ejemplares de El Coyote que contienen “La leyenda de Ali” y cuatro de los siete Aventureros que contienen “Aquila Maris”.

“La isla misteriosa” de Ediciones Paulinas se me resistía, conseguí antes las versiones alemana e italiana que la española, pero a finales del año pasado también pude hacerme con ella, todo ello gracias a eBay.

El pasado 10 de julio, el amigo Joan Mundet, dibujante de historietas y admirador de la obra de Caprioli, me envío un e-mail con una buena noticia para mi, otra historieta de Caprioli publicada en España: Revista RIN-TIN-TIN, números 152 a 176 ambos inclusive, “Aventura en Canadá”. A través de Todocolección, le compro al amigo de Tebeos Club cinco ejemplares de la citada revista, así tengo ya una muestra. Joan Mundet me comenta que se publicaron a razón de dos, tres y cuatro paginas semanales. En principio en blanco y negro y a partir del número 169 en bicolor. Cotejando con la información que tengo, creo que la obra en cuestión se trata de “Yukon Selvaggio”, publicada originariamente por entregas en el semanario italiano Il Victorioso en 1960.
El tamaño de la revista Il Victorioso es el doble de grande que RIN-TIN-TIN, así pues, vemos esta historieta vergonzosamente remontada, esto unido a la pobre calidad de impresión, hace que se pierda muy buena parte del encanto de este tremendo dibujante.

Así pues estos son todos los datos de los que dispongo de la obra de Franco Caprioli publicada en España:

1952: “La leyenda de Ali” (“L’elefante sacro”), en la revista El Coyote, números 101 al 108. Un total de 29 páginas, de las cuales 8 a todo color, las correspondientes a las páginas de portada. Ediciones Cliper, Barcelona.






1954: “Aquila Maris”, en la revista Aventurero, números 25 al 32. Un total de 32 páginas en blanco y negro. Ediciones Futuro, Barcelona. Guión de E. Belloni.






1964: “Aventura en Canadá”, en la revista RIN-TIN-TIN, números 152 a 176 ambos inclusive, Un total de 63 páginas, en principio en blanco y negro y a partir del número 169 en bicolor. Editorial Marco, Barcelona.






1977: “Los hijos del capitán Grant”. Adaptación de Roudolph según la obra de Julio Verne. Colección Siemprenuevos, Nº 1. Ediciones Paulinas, Madrid. Cartoné. 21 x 29,5 cm. 64 páginas a todo color. Las últimas 7 planchas están dibujadas por Gino D’Antonio tras el fallecimiento de Caprioli.






1977: “La isla misteriosa”. Adaptación de Claudio Nizzi según la obra de Julio Verne. Colección Siemprenuevos, Nº 2. Ediciones Paulinas, Madrid. Cartoné. 21 x 29,5 cm. 92 páginas a todo color. Portada ilustrada por Gianni De Luca.






1977: “Un capitán de 15 años”. Adaptación de Claudio Nizzi según la obra de Julio Verne. Colección Siemprenuevos, Nº 3. Ediciones Paulinas, Madrid. Cartoné. 21 x 29,5 cm. 54 páginas a todo color. Portada sin acreditar.






1979: “Miguel Strogoff”. Adaptación de Roudolph según la obra de Julio Verne. Colección Siemprenuevos, Nº 4. Ediciones Paulinas, Madrid. Cartoné. 21 x 29,5 cm. 62 páginas a todo color. Portada sin acreditar. Contiene “La Rusia de los Zares”, texto y dibujos de Franco Caprioli.






1982: “Pino il mozzo” (muestra de una página), en Historia de los Cómics, volumen II, La expansión internacional. Capítulo Los cómics italianos de aventuras, de 1930 a 1943. Página 376. Guión de F. Pedrocchi. Para ver la imagen pinchar aquí.

Sin fecha pero posterior al año 2000: Caprioli. Colección Héroes de papel, Nº 57. Editorial sin acreditar. Cuaderno con grapa. 20 x 29 cm. 40 páginas b/n. Contiene “Aquila Maris”, reimpresión de Aventurero.






Últimamente también he logrado reponer el ejemplar tarado de “Los hijos del capitán Grant”. Sigo buscando…

LA BETTY BOOP DE LA SEMANA. 12.

Ya estamos en septiembre, el mes de la nostalgia, el mes de la vuelta a lo cotidiano, se acabaron las vacaciones y hay que volver al trabajo. Y sí, Betty también trabaja, como no, aunque sea actriz. Hoy la vemos trabajando en una típica hamburguesería americana, de esas en las que una simpática patinadora te trae las comandas al coche (que guarrería comer en el coche, estos americanos…).

La pose esta basada en uno de los carteles de la película de George Lucas “American graffiti”, con su gorrito, su camisa arremangada, los pantalones ceñidos, las altas botas sobre patines y la bandeja con el pedido de turno listo para servir. Una imagen pop típicamente americana y sesentera.


DESCUBRIR LA BIBLIA. UN PUÑADO DE BUENOS DIBUJANTES. 01.

Otra sección habitual que comencé en junio es DESCUBRIR LA BIBLIA. Voy a empezarla desde el principio hasta completar los ocho volúmenes de que consta la colección. En esta entrada muestro todas las portadas y los correspondientes índices, en las entradas siguientes, desgranadas por capítulos, colocaré una pequeña introducción del dibujante correspondiente, así como varias páginas de muestra.

En 1984 la editorial Plaza & Janés publicó en ocho volúmenes “Descubrir la Biblia”, traducción de la edición francesa de Libraire Larousse. Los seis primeros volúmenes numerados del 1 al 6 contienen el Antiguo Testamento y los dos últimos numerados del 1 al 2, el Nuevo Testamento.

La casa Larousse, para la producción de esta obra, contó con Éthienne Dahler como adaptador y guionista y con un plantel de espléndidos dibujantes, entre ellos los españoles Víctor de la Fuente y José Bielsa.

ANTIGUO TESTAMENTO:

NUEVO TESTAMENTO:

viernes, septiembre 01, 2006

BEETY BOOPS DE COLECCIÓN.

Coloco ahora la primera entrada que hice para la presentación de la sección LA BETTY BOOP DE LA SEMANA, data de la primera semana de junio, así sirve también para esta nueva etapa que comienza ahora. Mañana colocaré la entrega número 12 con la correspondiente figurita de Betty, lo que voy a hacer es colocar todos los sábados una entrada nueva y a la vez un día a la semana, por ejemplo el miércoles, pondré una foto atrasada, esto durante once semanas para luego, continuar con normalidad, con lo que ahora tendréis que soportar semanalmente dos Betty Boops.


En la contraportada de la recopilación efectuada por Bruguera de la colección Super Bravo dedicada a los tebeos de Betty Boop en los años 80, Salvador Vázquez de Parga dice:

“Los viejos aficionados al cómic o a los dibujos animados no han podido olvidar la sugerente figura de Betty Boop, aquella ingenua vampiresa que en la década de los 30 escandalizó el espíritu puritano del público norteamericano.”

“En principio Betty Boop era sólo la novia del perro Bimbo, estrella de los dibujos animados de la Paramount. Como tal fue creada en 1930 por Grim Natwick para los estudios de Max Fleischer. Pero pronto adquirió caracteres humanos y personalidad independiente, apropiándose del rostro de la cantante Helen Kane (la original Boop Oop A Doop Girl) y de la figura de Mae West. Los parpadeos, los besos, los movimientos sinuosos y la facilidad para enamorarse encauzaron su carrera cinematográfica y le abrieron el camino de la popularidad.”

“En el cómic, al que accedió en 1934, Betty Boop perdió parte de su fascinación sexy, pero no su pose ingenua y candorosa. Anónimos dibujantes de los estudios de Max Fleischer le dieron vida en los suplementos dominicales de los diarios americanos e hicieron de ella lo que realmente había venido siendo para el público: una rutilante estrella del cinema. Para Betty Boop el cómic significó algo así como la revelación de su vida privada, de la vida privada de una actriz popular mitificada por sus apariciones en la pantalla. La vida sin malicia de una vampiresa del cine, descrita con trazo sencillo y con humor inocente, que resulta no serlo tanto si se capta la irónica parodia de un Hollywood atrapado en el engranaje del “Star System”.”

“Pero Betty Boop no podía desaparecer, como jamás desaparecen del todo quienes han adquirido la categoría de mitos populares. Su nostálgico hechizo ha permanecido en el recuerdo de cuantos antaño la vieron bailar, enamorarse o simplemente parpadear, y cautivará sin duda a los jóvenes de hoy que quedarán fascinados por la cándida sugestión, por el glamour, por los ojos redondos y la liga subyugante de “la star de los años 30”.”


Atrás quedaron los tiempos de los dibujos animados y del cómic y solo algunas personas se acuerdan de ingenuas canciones infantiles donde se le hacía mención o recuerdan aquel “bo bep be do” españolizado para la ocasión.

Betty Boop, es ahora con el paso de los años un icono de la cultura popular, pocos saben de su origen, pero su imagen ha trascendido a la gente de la calle y es usado como gancho de un sinfín de productos, bolsos, monederos, camisetas, llaveros, ropa interior… destinado todo ello a un publico joven, alegre y desenfadado. Podemos ver su enorme cabeza, su boca de piñón, su singular peinado y sus ojos redondos y asombrados, mirándonos a través de múltiples escaparates de tiendas dedicadas al mundo del regalo.

Como un pequeño homenaje a Betty Boop voy a ir colocando cada semana una foto de una figurita con su imagen. La titularé LA BETTY BOOP DE LA SEMANA, y así espero hacer una pequeña galería con nuestra colección de Bettys. Este sábado la primera.

FRANCO CAPRIOLI, BIOGRAFIA.

3ª entrada, escrita el 1 de junio de 2006. Ampliado con cuatro imágenes nuevas.

Franco Caprioli, el dibujante del mar y de los puntitos, nace en Mompeo, Italia, el 5 de abril de 1912, en el seno de una familia de terratenientes romanos en la cual destacó siempre el amor a las artes figurativas, ya que tuvo varios tíos pintores y un abuelo grabador.

Otro tío capitán de fragata, le transmite el amor por el mar y los países exóticos, pero es cosa curiosa que comenzó a dibujar el mar de pequeño, sin haberlo visto todavía.

En el año 1924 se inscribe en el Liceo Tasso de Roma, pero sus resultados escolares no son los previstos y vuelve a Mompeo, donde su familia decide que tome lecciones de pintura en casa de un maestro de la corriente divisionista, secuela del movimiento puntillista francés. Durante esos años se imbuye en la lectura de autores clásicos de aventuras, Verne, Salgari, Melville, London y Stevenson, pero sobretodo lee a Tolstoi, del que aprende la doctrina de la no violencia.

Siempre en Mompeo, comienza a frecuentar a un tío, matemático, músico y estudioso de las religiones orientales, especialmente el budismo, que le hace conocer el pensamiento de filósofos como Schopenauer y Nietzche, de Buda, de San Benedicto y de San Francisco de Asís. En este periodo, Caprioli, profundiza mucho en el pensamiento budista, el cual le influirá para siempre en sus historietas, en su obra pictórica y en su formación intelectual. Caprioli ve el mar por primera vez el año 1928, durante una excursión a Libia y sufre una gran desilusión, comparándolo con ese otro mar imaginario creado por su fantasía. En 1932, en Mompeo, con ocasión de la reconstrucción de una capilla, pinta una Madonna al óleo sobre tabla de notables dimensiones, inspirada en la actriz alemana Marlene Dietrich, durante 1934 trabaja como fresquista de motivos pompeyanos en la abadía benedictina de Farfa.

En 1936 con 300 liras en el bolsillo viaja a Roma para intentar la vía del arte. Expone por primera vez como pintor en la galería S.A.C.A. de Roma, muestra patrocinada por los artistas Liberty, como Cambellotti y Grassi. El resultado es satisfactorio, pero, desalentado quizás por la visión pesimista del arte de algunos pintores desilusionados, abandona la pintura y escoge la “storie a quadretti” o el “cineromanzi”, como se llamaba ahora, en ese momento que la “nuvoletta” de cómic estaba vedada por el fascismo.

Al año siguiente inicia la actividad de dibujante para niños y jóvenes, colaborando en Argentovivo! y en Vittorioso, con historietas marítimas ambientadas principalmente en los mares del sur, en las que escribe también los textos: “La tribù degli uomini del fiume”, “Il segno insanguinato”, “Gino e Piero”, y muchas otras. Destaca pronto por su personalísimo estilo, que todavía se resiente del influjo Liberty, pero que presenta una técnica original de punteado, o sea, puntos realizados con tinta negra sustituyendo la sombra de las caras y los cuerpos. Como el mismo Caprioli afirma, para su técnica de dibujo, se inspiro en el movimiento pictórico francés, el puntillismo.
En 1938 sus colaboraciones se extienden a L’Audace, revista de Gian Luigi Bonelli, con quién realiza “La perla nera” y a continuación “La valle sfolgorante”. Pero ya soplaban vientos de guerra, y en el 39, Caprioli es llamado a filas.







Dos años después, exhortado por Topolino, completa la última página de “Pino il mozzo”, una historieta iniciada por Caesar y publica la obra que es conocida como la obra maestra de Caprioli, “Fra i canachi di Matareva” (rebautizada como “L’Isola Giovedi”), una emocionante historia ambientada en los mares del sur. Italia entra en guerra en 1941, Caprioli, es llamado a filas por segunda vez, debe interrumpir “L’Isola Giovedi” en la página 66.






En 1942, en plena guerra, se casa en Assisi con Francesca Duranti, también nativa de Mompeo y que será la inspiradora de muchas protagonistas femeninas de sus historietas. Durante estos años, escribe y dibuja para Il Vittoriosso dos historietas con un ideal de paz, justicia y de no violencia: “Rose tra le torri” y “Cuori nella tempesta”.

Ya en 1946 publica en Giramondo otra historia suya ambientada en los mares del sur: “L’Isola tabù”, mientras en Topolino realiza “I fanti di picche” y para Il Vittoriosso “Mino e Dario tra i banditi del Monte Ode” y “Mino e Dario sul fiame Sabo”. El 14 de enero de 1949 nace su hijo Fabricio.







Los años cincuenta serán de madurez artística para Franco Caprioli. En este periodo, el dibujante publica muchísimas historietas en Il Vittoriosso (“Aquila Maris”, “Hic sunt leones”, “Dakota Jim”, “L’elefante sacro”, “Kim”, “Il piccolo amico”, “I pescatori di perle”, “L’Ussaro della morte”, solo por citar algunas) y comienza a realizar numerosas ilustraciones para enciclopedias y novelas a la vez que “Moby Dick” de Melville para la casa editorial Mondadori. El 28 de junio de 1952 nace su hija Fulvia Maria.







Puesto en contacto con el profesor Alberto Carlo Blanc, profesor de paleontología en la Universidad de La Sabiduría de Roma (la historia y la prehistoria han sido siempre algunos de los temas de mayor interés para el autor), Caprioli, bajo la guía del insigne profesor, comienza a preparar las ilustraciones de un libro sobre la prehistoria. Pero después de cerca de diez años de trabajo, en el año 1960, el profesor Blanc fallece repentinamente. Comienza así para Caprioli (que estaba francamente ilusionado con el proyecto) una larga y enervante búsqueda de un editor dispuesto a publicar el libro.







En 1965 el libro se publica finalmente por el editor Armando Curzio, con el título “Viaggio attraverso la preistoria”, pero muchas ilustraciones de Caprioli son salvajemente desfiguradas por una horrorosa coloración. La muerte del profesor Blanc, la desilusión por el resultado del libro sobre la prehistoria y muchos otros disgustos también económicos (está casi obligado a mendigar trabajo al ser relegado por su estilo de puntitos, considerado anticuado por muchos directores de revistas), comienzan a repercutir en el físico y en la moral del ilustrador, que, gradualmente, pierde la confianza en si mismo y se va haciendo cada vez más pesimista. Esos años comienza su colaboración con Il Giornalino, de Edizioni Paoline con portadas e ilustraciones y, sucesivamente a la imprevista primera clausura de Il Vittoriosso y después también Il Vitt, por medio del Estudio Giolitti ejecuta muchos trabajos (por supuesto mal pagados) para el mercado extranjero, en particular para Francia, Inglaterra y Alemania, como por ejemplo la serie “La patrouille blanche”.








En 1970, después de años de ausencia en el mercado italiano, Caprioli reemprende el contacto con sus lectores en las páginas de Il Giornalino con relatos marítimos y adaptaciones de las más famosas novelas de Julio Verne: “La isla misteriosa”, “Un capitán de quince años”, “Miguel Strogoff”, “Los hijos del capitán Grant”. En 1972, Lucca prepara una exposición individual de Caprioli y en 1973 recibe el premio Il Cartoonist en Génova, como mejor autor italiano.







La redacción de Il Giornalino le encarga otras adaptaciones de novelas famosas, pero Caprioli fallece de improvisto en Roma el 18 de febrero de 1974, mientras trabajaba en “Los hijos del capitán Grant”, que será concluida por Gino D’Antonio. En 1988, en Mompeo Sabino, su pueblo natal, prepara una bellísima muestra retrospectiva sobre Caprioli y en 1995, en Roma, con ocasión de Expocartoon, se le dedica la exposición titulada “Franco Caprioli, l’illustratore dei grande orizzonti”.







«... Me dediqué a los muchachos; escribí y dibujé para ellos una increíble cantidad de narraciones irreales pero verosímiles. No relatos de guerra o de violencia, que los aborrezco (creo deber precisar que las de guerra eran obligatorias en el año 38 y siguientes). Haciendo fructificar mis conocimientos, bastante sólidos, de etnología o folklore, de geografía, náutica, historia, etc.; ilustré el mar, las naves (especialmente las de vela, que son las que mejor conozco), las selvas; la naturaleza primitiva como a mí me gusta, no como es en realidad. Selvas sin mosquitos, mares con tempestades y tiburones que nunca matan a los “buenos”, etc. El mundo como me gustaría que fuese, y el corazón y el cerebro de los hombres como deberían ser para que pudiésemos fiarnos unos de otros y vivir en paz y serenidad.» Estas palabras, extraídas del retrato de sí mismo que Franco Caprioli escribió en 1972 con ocasión de su exposición individual en el salón del cómic de Lucca, ilustran, mejor que cualquier otro discurso, una larga trayectoria de un trabajador de la historieta de gran seriedad moral y profesional.


Lista de ilustraciones:
1.- Autorretrato.
2.- Gino e Piero. 1938.
3.- Il mistero di Kerguelen. 1940.
4.- Fra i canachi di Matareva. 1941.
5.- L’Isola Giovedi. 1941.
6.- I fanti di picche. 1947.
7.- Nel MarCinese del Sud. 1948.
8.- La Tigre di Sumatra. 1948.
9.- Aquila Maris. 1951.
10 y 11.- Viaggio attraverso la prehistoria. 1965 a 1969.
12.- Dibujo de piratas para una editorial inglesa. 196?.
13.- La patrouille blanche. 1967.
14.- Moby Dick. 195?.
15.- Il mio cuore è una spada. 1970.
16.- Una discesa nel Maelström. 1970.
17.- La isla misteriosa. 1970.
18.- Autorretrato fechado en 1942.

DE CÓMO DESCUBRÍ A FRANCO CAPRIOLI.

2ª entrada, escrita el 31 de mayo de 2006.

Ocurrió en Mayo de 1983, en el 3er. Salón del Cómic y la Ilustración, yo tenía 18 años recién cumplidos. Hacía muy poco que había descubierto el nuevo cómic, concretamente al dibujante italiano Milo Manara con su "HP y Giuseppe Bergman". Estaba encandilado y dibujé un par de historietas muy influenciado por el. Por aquel entonces me compraba alguna revista de Toutain Editor, pocas por que no tenía demasiado presupuesto, allí supe de la existencia del citado Salón.


Aprovechando el fin de semana cogí el tren el viernes por la tarde y me planté en la ciudad Condal, dormí en casa de mis tíos y el día siguiente lo pasé entero visitando el Salón del Cómic. Por primera vez vi exposiciones de páginas originales e ilustraciones, dibujantes trabajando in situ, Liberatore, Víctor de la Fuente, Segrelles, Fernando y muchos, muchos tebeos.

Yo había ido con mi carpeta debajo del brazo, dentro algún dibujico y esas dos historietas que ahora, transcurrido el tiempo da grima mirar. A mediodía entre en un bar del Salón a comer algo, estaba atiborrado de gente, tuve suerte y pude sentarme en una mesa. Al poco rato, dos señores se acercaron y me pidieron permiso para sentarse y tomar un café, yo por supuesto asentí. Eran extranjeros, después de dialogar un rato entre ellos, el que hablaba castellano al ver mi carpeta sintió curiosidad, y me preguntó si dibujaba, yo le enseñé mis dibujos y estuvimos conversando sobre dibujantes, preferencias y referentes. Fue entonces cuando me habló de Franco Caprioli, yo dibujaba imitando a Milo Manara y este dibujaba imitando a Caprioli. Yo le contesté que no le conocía y el me contó a groso modo quién era este clásico de la historieta italiana. Estas dos personas, una era un crítico portugués, me dijo su nombre pero ya no lo recuerdo. Su acompañante, que no dijo nada, creo que era Maurice Horn.

Al llegar a casa consulté La Historia de los Cómics, publicada hacía poco por Toutain, y en el segundo volumen, lo descubrí, una página de Caprioli, Pino il mozzo, publicada originariamente en el semanario Topolino en el año 1939!!! Y si, hay están en esencia las maneras de Manara.


Seguiré hablando de Caprioli en el siguiente post.